sábado, 21 de septiembre de 2013

Querido vecino:

Hace ya uno o dos años tuve la oportunidad de ver algo que me sorprendió... pero no voy a decir nada más, mejor que lo veáis. Espero saber colocar el link aquí del video... y en los comments... pues hablamos del tema.

Aquí el video:

http://vimeo.com/75064005

Por causas de seguridad le he puesto una contraseña para que no todos en Vimeo lo pueda ver, por lo tanto, cuando os pida la contraseña es: mibioespacio

Espero que podáis verlo y comentarlo!!


Un sueño hecho realidad

Siempre he deseado que un día que estuviera solo en casa, con toda la familia bien repartida en sus quehaceres diarios y yo disfrutando  de un día completamente festivo, se presentara por sorpresa algún muchacho bien atractivo intentando venderte algo y que le pueda invitar a pasar tranquilamente a mi casa y dar rienda suelta a una de mis mayores fantasías: hacérmelo con un vendedor. 

Como no soy un experto, siempre he imaginado la situación y me he preguntado cómo se puede "atacar" a la persona que te quiere vender algo y que no te sientas rechazada por ella. Como no, debe de "entender", pues si no, en menuda situación te hayas. Por lo tanto, un trabajo de radar activo, estudiando bien la persona y si ves algún indicio de que pueda entender, pues tener la valiente osadía de iniciar un ataque sexual en toda regla. Dificil tarea, of course. 

Hoy han llamado a la puerta. He abierto y me encuentro delante de mí un muchacho bien vestido, elegante pero casual, barba bien recortada, un pendiente que brillaba en su oreja derecha y unos pantalones bien ceñiditos. Era más bajito que yo, pero ahora no nos vamos a estar por ostias. Me pregunta por facturas de suministro y me vende la típica pregunta y activa las mismas estrategias que todos los que vienen con sus caramelos a querer que te cambies de compañía. Me interesa la oferta y le hago pasar. Sin dudar me fijo en el paquete (inexistente) pero, por contra, me gusta como le marca el culo. Que la tiene pequeña, no importa. Sigamos adelante. De la forma en la que habla, se expresa y se mueve no denoto que pueda entender. En casa hace calor y él entra y comienza a sudar. Se lo comento y se justifica porque ha venido bajo el sol, corriendo, etc. En ese momento, hubiera sido perfecto un "te puedes quitar  la camisa, si quieres..." pero está claro que hubiera sido demasiado atrevido. O no. Mis miradas han sido directas, sin dudar, atravesando sus ojos para llegar a su cerebro, a saber lo que podía estar pensando, que se sintiera intimidado por mí.  

Pero mala suerte... no estaba solo en casa.  Estaba bien acompañado. Por lo tanto, oportunidad perdida para intentar cumplir mi fantasía sexual. Sin duda, no he desaprovechado en mirar cada centímetro de su cuerpo, de su cara, de mirarlo  directa y fíjamente a sus ojos, como si de un escánner se tratara. Me ha comentado que volvería a pasar la semana que viene y no he podido decirle el día y la hora en que podía pasar que estuviera solo... Hubiera sonado raro estando la mujer delante. Intenté que ella estuviera en otra estancia de casa para poder disfrutar más de las vistas,  pero no fue posible. 

Está claro que la historia la he contado con un estilo irónico. Esto sí que ha pasado, concretamente hoy, pero lo he trasladado al más puro estilo novelístico. Aunque no os voy a negar que mi mente calenturienta ha ido mucho más allá de lo normal. Pero tenía las manos bien atadas. ¿Cuántas veces he estado solo en casa esperando a que un tipo como ese llamara a mi puerta? ¿Qué probabilidades existirían de que si le metiera mano al tipo realmente entendiera, se dejara llevar o, por el contrario, me rechazaría cruelmente porque es hetero?

La próxima vez, hecho a la familia de casa y emborracho al vendedor... vamos!!





 

domingo, 15 de septiembre de 2013

Perder oportunidades

Hace días colgué la entrada "día calenturiento (hace mucha calor...)" y de cómo perdemos nuestra oportunidades cuando se presentan. 

Paralelamente a esa entrada, mi buen amigo Chango de Jujuy me comentaba su aventura en la que también perdió su oportunidad. Y con su permiso, os la voy a relatar.

Chango va al gimnasio (como muchos de vosotros) y allí va un tipo de unos 40 tacos que está de muy buen ver. Un día coincidieron en los vestuarios (Chango cree que no fue casualidad...) y comenzaron una charla insípida (clima, por ejemplo). Tuvo la ocasión, por primera vez, de verle el miembro, pues el tipo se estaba desnudando para entrar en las duchas. 
Ver su cuerpo desnudo estaba poniéndole nervioso y empezó a tener una gran erección bajo los slips apretados. El tipo en un momento de la conversación preguntó a Chango si se duchaban...
Chango no tenía intención de ducharse pues no tenía tiempo y, además, no se había traído las cosas para la ducha. El tipo se ofreció a prestarle lo necesario, pero al final, como pasa en todo a los que tenemos pareja, pues no acabamos de decidirnos a más pasos si no estamos del todo seguro. 
Chango se acabó largando del lugar con el mal sabor de boca de haber perdido la oportunidad. Si algún sujeto de Jujuy le suena esa historia, que vuelva a probar suerte que, esta vez, Chango estará preparado. 

Las historias del gimnasio son ilimitadas. Reconozco (y creo que ya lo he dicho en alguna entrada o en algún comentario de algún que otro blog por donde me suelo pasar) que cuando iba era más bien a "ducharme", por el poco tiempo que tenía (y tengo) diariamente y por curiosidad de cómo la tendría uno u otro que suelo ver en las duchas y pero por norma general casi siempre me pierdo el paisaje. Supongo que tampoco me apetece que se den cuenta de que estoy con la mirada atenta. Hace muuuuucho tiempo que no voy a un gimnasio o algo parecido donde hayan vestuarios donde pueda alegrame la vista. Pero recuerdo algunas que otras situaciones, de las cuales, voy a enumerar tres, sólo tres.

1. La situación que me resultó excitante fue, a primera hora de la mañana, cuando mi compañero de taquilla, totalmente desnudo, se inclinó a recoger algo de la parte baja de la taquilla durante bastantes segundo, diría que incluso más de un minuto, inclinando su culo hacia mi. La situación era que tenía un culo bien abierto, blanquito y sin pelo ante mi polla que estaba secando. Me llenó de orgullo y satisfacción... ah, no, que eso lo dice el Rey...Me alegró el día y como siempre que me pasa algo de este tipo, dándole al tarro si realmente era una proposición o simplemente el tipo hacía su gestión diaria. Pero qué queréis que os diga!! Yo no pondría todo el culo delante del "vecino". Me guste o no, no lo haría. Y si te inclinas, lo normal es hacer la inclinación en paralelo con la taquilla y no en diagonal poniendo el culo en pompa al vecino cuando en el otro lado, no había nadie... Nu sé, nu sé...

2. Otra vez, estaba en el gimnasio secándome cuando noté que el vecino del otro lado del pasillo, estaba mirandome. Cuando me giré, estaba desnudo y tocándose "la polla", pero no una polla cualquiera, no..."la polla", porque la polla era la polla. Dios, qué grande. Creo que hasta se le veían las venas que llevaban  de serie "lapolla". Pues me miraba y se la tocaba sin dejar de mirarme. Yo, como si nada, volví a mirar dirección a mi taquilla, seguí secándome, vistiéndome y no volví a cruzar la mirada con el tipo. Supongo que le dí la sensación de que no me interesaba. Pero digo yo, si no hago nada, ¿no será que no me interesa? Me pongo muy morboso cuando estoy en casa pero luego cuando me encuentro con situaciones, no hago nada... Al final voy a ser hetero, ya verás....

3. Esta historia no tiene nada de morbo pero me hizo mucha gracia. Estaba secándome y estaba completamente desnudo y llegó mi vecino de taquilla con su toalla envuelta. Sin ser descarado, siempre me gusta ver (yo diría más bien, comparar.. pero lo dejaremos en ver..) y yo iba a lo mío, como siempre. Pues el tío que si arriba, que  si abajo, que si ahora me pongo desodorante y no se quitaba la toalla. Yo pensaba, me tendré que ir sin poder verle la churra. Y al final, se quitó la toalla!! Tachan!!! SE GIRÓ!! sí, sí.. tanto él como yo, estábamos casi tocando la pared (solo había una taquilla más) y se giró a secarse mirando hacia la pared. Se puso el calzoncillo y una vez puesto, entonces se incorporó mirando a la taquilla de nuevo. ¿Os ha pasado alguna vez? De tantas veces que he ido al gimnasio, a mí, ninguna vez. Llegué a la conclusión de que la tenía muy pequeña y le daba vergüenza y el paquete, no abultaba mucho, por lo tanto, me decanto por pequeña o  normal pero el muchacho era muy recatado.  Supongo que podréis pensar que a lo mejor se notó que estaba esperando. Pero no, os puedo asegurar que yo voy a mi ritmo y a mi rollo. Si me hubiera tenido que ir sin verla, me hubiera ido. No creo que detectara mi impaciencia.

Explicando estas tres experiencias, me dan ganas de volver al gimnasio otra vez, jejeje. De hecho, lo tengo pensado (más natación que gimnasio) pero  son vestuarios igual, jeje.

Pues nada, ahí han ido algunas experiencias también mías aparte de las de Chango. 

Saludos.


martes, 10 de septiembre de 2013

Entender, no sé si entiende, pero pasar de mí, sí que pasa, sí...

Hace días que estoy un pelín desconectado. Pero ha llegado el momento de comentar el resultado de aquella entrada de "entiende o no entiende?"

Atendiendo a los comentarios que me habéis ido dejando, todos pueden ser verdades como puños. Pero al final, he decidido por optar a pasar del tema. Pero pasar, pasar del todo. Pues he visto actitud que ya no me ha gustado nada. 

Después de acabar las vacaciones y esperando a que pusiera un día para hacer una quedada "normal". Esa cita jamás ha llegado. Es más, enviando wassaps con chorradas varias y mensajitos como: "¿qué pasa? estás perdido". Le comento que perdido, no, sino esperando a que me de un día para quedar. Entonces vienen las evasivas, las chorradas como contestación y al final, acabo con un mensaje que le digo más o menos "pero como veo que no hay ningún interés por quedar, mejor déjalo". 

Y cerrado el asunto. 

He estado recordando cada una de las acciones que ha hecho y las cosas que me ha dicho y no creo estar equivocado. Pero llegando a lal conclusión de lo cagueta que es en general. Y que supongo que es más complicado de lo que parecen estas situaciones. Y que las situaciones ya son complicadas de por sí y a mí, se me han inflado las pelotas. Las pelotas porque me da rabia que las personas actúen de una manera que luego te vengan reprochando esas acciones como si las hicieras tú. No sé si me he explicado bien. Por poner un ejemplo:

-Oye, que tengo una rato para ir a tomar un café antes de recoger a los niños, ¿te apuntas?
- no puedo porque, bla, bla, bla...

-Oye, que tengo la mañana libre, me voy a desayunar, ¿te vienes?
- No, porque, bla, bla, bla...

-Oye, que si quieres te acompaño a comprar eso...
-Vale. ( Y al día siguiente te ha dicho que ya ha ido él, y tal...)

Y así en mil ofrecimientos. Luego te tiras dos días sin decir ni mu y te viene "tío, que estás más perdío que el titanic!! No quieres saber nada con los pobres o qué?". What? O sea... tírate a la vía del tren, tío. Si quieres, quedamos. Que no, pues no me digas que paso de ti. Aclaremosnos!!

Al final, he llegado a la conclusión que es un "calientabraguetas" en toda regla. No hay más. 

Todo aquello que conté en mi primera entrada se ha convertido en un cierto "asco" que me tiene más pa allá que pa acá...

Y la conclusión es que pasaré todo lo posible de tener el más mínimo contacto con él. Más que nada por esa actitud que sí pero no, que vengo pero no, y joder... Es que ya ni siquiera lo típico como con los demás padres. Yo creo que en el fondo está acojonado no vaya a ser que le desvirgue!! jejejeje...

Pues na, a otra cosa "mariposa".