Mientras me pongo a escribir la segunda parte de "Señales" me gustaría comentar algo que me pasó justo antes de casarme. Justo con uno de mis mejores amigos.
Estamos hablando del año 1990 aproximadamente donde todo aun estaba muy frío en relaciones con hombres. No estaba todo tan bien visto como lo está ahora.
Pues este mejor amigo, lo conocí sobre ese año aproximadamente y vivía a una media hora de dónde yo vivo. Contábamos con unos 17 años, creo, y teníamos dos grupos de amigos diferentes cada uno, pero asiduamente quedábamos con el grupo de uno o del otro.
Crecimos juntos y nos confesábamos bastantes cosas. No todas. Me acuerdo que una vez cuando se quedó en mi casa, me confesó que uno en el grupo le preguntó que si le gustaban los tíos a lo que él le respondió cogiendo a una chica y dándole un beso. Estaba indignadísimo y me explicaba como pasó todo. Entonces, me dio a entender, que no le gustaba y que le ofendió.
Nos fuimos haciendo grandes (porque de momento nadie se hace pequeño....) y llegó el momento de tener una novia estable por mi parte y, con el tiempo, planear la boda. Antes de casarme, y aprovechando los últimos días de soltero, decidí pasar dos días en su casa aprovechando que sus padres estaban fuera. Sólo estaba su hermano perqueño. Por lo demás, todo transcurrió bien, sin problemas. Llegó el momento de llegar a casa a cenar y luego irse a dormir. Las opciones eran:
- Podía dormir en su cama mientras él dormía en la cama de sus padres.
- Yo dormir en la cama de sus padres y él en la suya.
- Dormir los dos en la cama de sus padres.
Yo, confiando en él y su heterosexualidad y la mía (en fachada) le dije que prefería que durmiéramos en la cama de sus padres si a él no le importaba. Y así fue. En principio, no había ninguna intención por mi parte y ninguna por él, por lo que sabiamos el uno del otro.
La noche estuvo muy bien y, al ser hijo único en casa, me hacía ilusión dormir con amigos pues desde que volví de la mili, no había vuelto a compartir habitación con otros amigos.
Al día siguiente, me fui para casa y él se quedó en la suya. A partir de ahí, todo siguió su rumbo hasta el momento anterior a mi boda.
Él se quedó a dormir en mi casa. Pero después de la noche de farra y él en otra cama, le dije que si se quería meter en mi cama y dormir conmigo. Aceptó sin problema y estuvimos muy cerca el uno del otro. Comenzamos una conversación profunda y yo le pregunté si había alguna cosa que quisiera comentarme después de tantos años de amistad. Ahora no recuerdo qué me dijo, pero algo me comentó. Por aquel entonces, a diferencia de la otra vez que estuvimos en su casa, yo ya tenía cierta curiosidad. Y moviéndome y haciendome el tonto, intentaba averiguar a través de roces, si podía estar empalmado o no por estar en la cama conmigo y así saber si entendía el muchacho o no...
Lo siento compañeros. No pasó nada.
Después de la boda y, como dije en las entradas de mi primera experiencia, estuve muy entretenido buscando cosas nuevas. Bajaba asiduamente a la gran ciudad y no quedaba con él, ya que me iba a por otra persona.
Aun así, un día me dijo que tenía que hablar conmigo. Que si podía ir a verle en mi agenda ocupada que tenía. Accedí, por supuesto. Recuerdo como José, estuvo muy celoso con esa quedada...para variar...
Cuando llegué al sitio en cuestión estaba muy nervioso y me decía que era muy importante lo que me tenía que decir y tal.. le dije que adelante, que nada cambiaría entre nosotros, que no se preocupara tanto. Y lo soltó.
Era gay.
Tenía mucho miedo a mi reacción y todo el mundo a su alrededor lo sabía pero que no se atrevía a decírmelo a mí. Me dio la risa y lo abracé. No tenía porqué preocuparse. En esos momentos de sinceridad, decidí pensar en lo mío y mi cabeza giró y giró mientras lo escuchaba a él y, finalmente, pasó el tiempo y no me vi con fuerzas para serle sincero. Cogí el coche, dejándole muy tranquilo con la información que me había dado, y me largué por dónde vine.
Sopesé mucho la información. Pero decidí seguir guardando mi secreto. Total, ya me sentía bien soltándosela a José.
Con el tiempo y lo ocupado que estaba entre unas cosas y otras, dejé de estar tan al tanto. Aun así, cuando se acabó aquella historia y eché de menos a mi amigo (sé que suena egoísta por mi parte) también me di cuenta de que no era yo quien le daba largas. Estuve analizando la situación y me di cuenta que aun así, era él el que me evitaba y no estaba con ganas de quedar o vernos.
Un día, en una llamada de teléfono o mensaje de texto, no recuerdo qué, algo no me olía bien. Decidí aprovechar una de las cosas que más me gustaba (escribir) y le envié un mail comentando que notaba cierta separación por su parte y no entendía bien el porqué. Le dejé claro que no me importaba su condición y que lo tuviera bien claro. Que si algo había hecho o que se hubiera sentido mal por mi culpa, que me lo dijera, que había confianza.
No obtuve respuesta al momento ni a los días siguientes. Una cosa muy rara y me olía algo. No quise insistir mucho porqué llegué a sentirme culpable de que todo había sido por estar tan ocupado con el susodicho y dejar de lado a mi gente. O porque estaba él más ocupado de lo habitual con su nueva situación.
Bastante tiempo después, casi ya por dar por zanjada esa amistad porque no me devolvía llamadas ni mensajes, estaba mi mujer en el ordenador cuando me avisa que acababa de recibir un mensaje de mi amigo. Me sorprendió un montón pero le dije a ella "mira a ver qué dice que ahora voy yo!".
Cuando me acerqué al ordenador mi mujer se levantó y me dijo "Mejor que sigas leyendo tú". Cuando me senté y empecé a leer su mail, flipaba en colores. Todo este tiempo me había estado evitando con conciencia porque se había sentido atraído por mí. Lo había pasado mal y me explicó las veces que habíamos estado juntos en la cama o fuera de ella y que lo había pasado fatal. Que cada vez se sentía más mal por que pensaba en mí en algunos momentos en los que no quería mencionarme para que no me sintiera ofendido. Que su condición de gay, le había llevado a pensar que todo el mundo era gay y tal y tal...etc... que se disculpaba y que entendía que no quisiera saber nada más de él.
Durante unos días no hacía más que leer el mail y leer sin saber qué hacer, qué contestar o qué decirle. Al final, opté por ganar tiempo sin que se pusiera nervioso. Le respondí que había leído el mail, y que no quería ni meter la pata ni hacerle daño. Que me diera unos días de margen para pensar bien en lo que quería decirle y que no se preocupara que no le estaba juzgando. Sólo quería medir bien mis palabras.
Por supuesto, le contesté tan pronto como me vi capaz. Dejamos pasar un tiempo para vernos en persona después de la noticia y el día que nos vimos, fue un abrazo fraternal, de amigos como somos y sin pudor ni verguenzas ni juicios para nadie.
Es una historia que ayer me acordé de ella y quería haceros llegar. Sé que ha sido un poco larga, pero pasaba de hacer "capítulos" con esta historia. Tan pronto lo digo, tan pronto lo suelto.
Seguimos siendo amigos pero aun no he sabido reconducir la situación de cara a mi mujer. Sé que será complicado, pero no imposible. Además, él ya hace 10 años que está muy contento con su pareja y no creo que los fantasmas vuelvan a aparecer en su cabeza.
Total, que no me enteré de la realidad hasta tiempo después. Qué desastre que soy!!
Saludos!!
No es que seas un desastre, es que a veces las cosas no son tan evidentes ni sencillas como parecen ser una vez de te enteras de la verdad. Lo único que me extraña un poco es que en aquellas dos ocasiones en las que compartisteis cama, tu amigo, que se sentía atraído por ti, no intentara el más mínimo roce. Imagino que el miedo al rechazo podía con sus ganas de intentarlo. Lo bueno es que conserváis la amistad y el contacto ;)
ResponderEliminarBuenas, Marcos. Efectivamente, en su escrito fue justo lo que me dijo "por miedo al rechazo" y por la amistad que teníamos. El problema, para él, es que en ese momento él no había salido del armario. Al tiempo después, y por salir del armario es cuando todo lo veía de diferente manera y fue justo cuando ya empezó a tener sueños más,digamos, "profundos" conmigo.
EliminarPor lo tanto, para él también era raro pues seguía haciéndose creer que no era gay hasta que ya no pudo parar de evitarlo.
Estas cosas pasan, tal vez más de lo que nos imaginamos, y seguramente la gente se muere en la angustia y jamás externaliza lo que realmente siente.
ResponderEliminarEn esta ocasión, ocurrió cuando tuvo que ocurrir, y así, seguís siendo buenos amigos.
No hay que comerse el tarro pensando: y si esto, y si lo otro; basicamente porque tampoco conduce a nada.
Me ha dejado inquieto la entrada de tu mujer en la historia. ¿Se ha hecho la loca o se ha vuelto más susceptible en algunos aspectos contigo?.
Un besote :-*
Por eso digo, la de historias que tienen que pasar por la mente de cada uno de nosotros sin que nadie se entere de ello.
EliminarSobre el tema de mi mujer, no te pillo... ¿se hizo la loca, por?
Ella empezó a leer el mail de mi amigo dónde explicaba los motivos de su distanciamiento conmigo y en un momento de la historia, paró. En ningún momento tenía nada que ver con algo que yo hiciera y me tuviera que sentir mal por ello. Imagino que interpretó, y es que así fue, que todo era lo que le pasaba y sentía mi amigo. Por mi parte, ni antes ni después, he tenido ningún tipo de pensamientos con mi amigo sobre un tema más allá de una buena amistad. Cuando me refiero a reconducir la situación con mi mujer, es porque he quedado con él, al principio para suavizar la situación, y luego he seguido quedando esporádicamente pero, después del bombazo, ellos no han coincidido en ningún momento. En su momento, ella no quiso hablar del tema. Que era mi amigo y que decidiera e hiciera lo que yo quisiera o creyera conveniente, pero que no la metiera a ella en ese asunto. Con el tiempo, no he tenido oportunidad de juntarlos y así ha sido. Como ya he dicho, ha pasado mucho tiempo pero algún día hablaremos del asuntillo...
Jejeje... no sé si la expresión "hacerse la loca" era la más adecuada.
EliminarMe refería precisamente a eso, que pasó del tema, que era asunto vuestro y no tenía ella porque inmiscuirse.
Gracias por la aclaración :-)
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