domingo, 15 de septiembre de 2013

Perder oportunidades

Hace días colgué la entrada "día calenturiento (hace mucha calor...)" y de cómo perdemos nuestra oportunidades cuando se presentan. 

Paralelamente a esa entrada, mi buen amigo Chango de Jujuy me comentaba su aventura en la que también perdió su oportunidad. Y con su permiso, os la voy a relatar.

Chango va al gimnasio (como muchos de vosotros) y allí va un tipo de unos 40 tacos que está de muy buen ver. Un día coincidieron en los vestuarios (Chango cree que no fue casualidad...) y comenzaron una charla insípida (clima, por ejemplo). Tuvo la ocasión, por primera vez, de verle el miembro, pues el tipo se estaba desnudando para entrar en las duchas. 
Ver su cuerpo desnudo estaba poniéndole nervioso y empezó a tener una gran erección bajo los slips apretados. El tipo en un momento de la conversación preguntó a Chango si se duchaban...
Chango no tenía intención de ducharse pues no tenía tiempo y, además, no se había traído las cosas para la ducha. El tipo se ofreció a prestarle lo necesario, pero al final, como pasa en todo a los que tenemos pareja, pues no acabamos de decidirnos a más pasos si no estamos del todo seguro. 
Chango se acabó largando del lugar con el mal sabor de boca de haber perdido la oportunidad. Si algún sujeto de Jujuy le suena esa historia, que vuelva a probar suerte que, esta vez, Chango estará preparado. 

Las historias del gimnasio son ilimitadas. Reconozco (y creo que ya lo he dicho en alguna entrada o en algún comentario de algún que otro blog por donde me suelo pasar) que cuando iba era más bien a "ducharme", por el poco tiempo que tenía (y tengo) diariamente y por curiosidad de cómo la tendría uno u otro que suelo ver en las duchas y pero por norma general casi siempre me pierdo el paisaje. Supongo que tampoco me apetece que se den cuenta de que estoy con la mirada atenta. Hace muuuuucho tiempo que no voy a un gimnasio o algo parecido donde hayan vestuarios donde pueda alegrame la vista. Pero recuerdo algunas que otras situaciones, de las cuales, voy a enumerar tres, sólo tres.

1. La situación que me resultó excitante fue, a primera hora de la mañana, cuando mi compañero de taquilla, totalmente desnudo, se inclinó a recoger algo de la parte baja de la taquilla durante bastantes segundo, diría que incluso más de un minuto, inclinando su culo hacia mi. La situación era que tenía un culo bien abierto, blanquito y sin pelo ante mi polla que estaba secando. Me llenó de orgullo y satisfacción... ah, no, que eso lo dice el Rey...Me alegró el día y como siempre que me pasa algo de este tipo, dándole al tarro si realmente era una proposición o simplemente el tipo hacía su gestión diaria. Pero qué queréis que os diga!! Yo no pondría todo el culo delante del "vecino". Me guste o no, no lo haría. Y si te inclinas, lo normal es hacer la inclinación en paralelo con la taquilla y no en diagonal poniendo el culo en pompa al vecino cuando en el otro lado, no había nadie... Nu sé, nu sé...

2. Otra vez, estaba en el gimnasio secándome cuando noté que el vecino del otro lado del pasillo, estaba mirandome. Cuando me giré, estaba desnudo y tocándose "la polla", pero no una polla cualquiera, no..."la polla", porque la polla era la polla. Dios, qué grande. Creo que hasta se le veían las venas que llevaban  de serie "lapolla". Pues me miraba y se la tocaba sin dejar de mirarme. Yo, como si nada, volví a mirar dirección a mi taquilla, seguí secándome, vistiéndome y no volví a cruzar la mirada con el tipo. Supongo que le dí la sensación de que no me interesaba. Pero digo yo, si no hago nada, ¿no será que no me interesa? Me pongo muy morboso cuando estoy en casa pero luego cuando me encuentro con situaciones, no hago nada... Al final voy a ser hetero, ya verás....

3. Esta historia no tiene nada de morbo pero me hizo mucha gracia. Estaba secándome y estaba completamente desnudo y llegó mi vecino de taquilla con su toalla envuelta. Sin ser descarado, siempre me gusta ver (yo diría más bien, comparar.. pero lo dejaremos en ver..) y yo iba a lo mío, como siempre. Pues el tío que si arriba, que  si abajo, que si ahora me pongo desodorante y no se quitaba la toalla. Yo pensaba, me tendré que ir sin poder verle la churra. Y al final, se quitó la toalla!! Tachan!!! SE GIRÓ!! sí, sí.. tanto él como yo, estábamos casi tocando la pared (solo había una taquilla más) y se giró a secarse mirando hacia la pared. Se puso el calzoncillo y una vez puesto, entonces se incorporó mirando a la taquilla de nuevo. ¿Os ha pasado alguna vez? De tantas veces que he ido al gimnasio, a mí, ninguna vez. Llegué a la conclusión de que la tenía muy pequeña y le daba vergüenza y el paquete, no abultaba mucho, por lo tanto, me decanto por pequeña o  normal pero el muchacho era muy recatado.  Supongo que podréis pensar que a lo mejor se notó que estaba esperando. Pero no, os puedo asegurar que yo voy a mi ritmo y a mi rollo. Si me hubiera tenido que ir sin verla, me hubiera ido. No creo que detectara mi impaciencia.

Explicando estas tres experiencias, me dan ganas de volver al gimnasio otra vez, jejeje. De hecho, lo tengo pensado (más natación que gimnasio) pero  son vestuarios igual, jeje.

Pues nada, ahí han ido algunas experiencias también mías aparte de las de Chango. 

Saludos.


6 comentarios:

  1. Sencillas experiencias contadas con simpatía :-)
    - Así tal cual lo cuentas, no creo que la historia de Chango hubiera ninguna insinuación. Sólo un hombre amable que quiso ayudar y compartir un momento de sana camaredería entre hombres. Existe eso, no? Jejeje... Pasa que como somos un poco calenturientos y susceptibles, y andamos con los radares, antenas y detectores siempre puestos, pues acabamos confundiendo todas las interferencias.

    Historia 1 - Normal que te alegre el día semejante salida de sol, jajaja... Mmmm... me pensaré eso de ir por las mañana al gimnasio. A partir de ahora me fijaré en las inclinaciones en diagonal o en paraleo de los traseros, jejeje... Ahi has estado muy gracioso :-)
    Bueno, de la misma manera que hay gente muy recatada, hay gente que va muy a su bola y repara en que y como hace las cosas. De la misma manera que hay gente que se fija en todo, y otros en nada.

    Historia 2 - Hay muchos tíos, que sabiéndose entre hombres, actuan con absoluta normalidad entre iguales, pues no reparan en que pudiera ser objeto del deseo en ese ambiente. Pero de la misma manera hay quien juega a la ambigüedad o provocación. Dificil distinguirlo, grrrr...

    Historia 3 - Bueno, cuantisimas veces, no asi como lo explicas, pero parecido. Que parecen muy desinhibidos, pero cuando llega el caso, se ocultan la polla, como si les diera vergüenza que se las vean.
    Bueno, incluso yo... por ejemplo, jajajaja.... mientras me voy cambiando no muestro ningún reparo ni vergüenza, sino que actuo muy naturalmente como si estuviera en mi casa, pero... cuando tengo que ir hasta la duch, a unos 5 metros de mi taquilla, discretamente coloco la toalla (muy grande por cierto) en la mano del lado por donde este en ese momento la gente que pueda haber en el vestuario. Es un momento de tonto pudor, lo reconozco, pero es así.
    Sin embargo, acudo sin ningún tipo de prejuicios a playas nudistas.

    Lástima que sea domingo y no pueda ir hoy al gimnasio, jejeje... también me han entrado ganas ;-)

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    1. Gracias! Pues sí, intentaba hacer el escrito con gracia, que la desgracia, ya viene sola...

      Me he reído con lo de la toalla. Pero qué quieres que te diga, la gran mayoría van con al toalla cogida a la cintura hasta las duchas (yo tb lo hago). Aunque depende, si la taquilla la tengo cerca de las duchas, entonces no, porque el trayecto es corto. Pero si tengo que atravesar todo el vestuario, pues me pongo la toalla. No me gusta mucho, creo que en ese caso, sí que tengo cierto pudor de "pavonearme" con el miembro a su libre albedrío. ¿Tendré miedo que por el camino se encabezone? quien sabe... Pero yo, con toalla rodeando mi cuerpo y tapando mis atributos, delanteros y traseros... que hay mucha fresca por los vestuarios, jajaja...

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  2. Pues, o yo estoy muy enfermo, o el que se estaba tocando quería algo. ¿Cuándo has visto que alguien se empiece a tocar delante de más gente, si no es para que se unan a la fiesta?

    Y yo en los vestuarios ando en pelota picada sin ningún tipo de problema, ni siquiera me molesto en atarme la toalla a la cintura. Pero sí que he visto varias veces a algunos que hacen lo que en tu historia 3.

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  3. epa jeje que grato fue leer algo de mi historia en tu blog, muchas gracias por hacerme parte de tu espacio... las historias en el gym son muchas y variadas... en la actualidad coincido en el horario en el que asiste un grupo de rugby de las divisiones inferiores de un club conocido por estos lados, los muchachos tendran entre 17 a 18 años, todos muy simpaticos y bromistas entre ellos. la concentracion que tengo que hacer para no que se me ponga dura la verga cuando veo a media docena de ellos jugando en las duchas, todas las bromas que se hacen son del indole sexual.. pfffff... muchas veces ni me asomo al vestuario cuando ellos estan dentro porque es un infierno verlos tan libres y naturales...
    saludos y gracias nuevamente por publicar mi pequeña historia...

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  4. estimado Jorge espero que no te moleste preguntar esto en tu blog, alguien sabe que paso con los muchachos de "gaygangbooks"? intente leer su blog esta mañana y sale como eliminado... espero no moletarte con mi atrevimiento. abrazo grande

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    1. Anda ! Es verdad !
      Pues ayer aún se podía leer.
      Decían que pasaban a escribir las historias a otra página web: http://gaygangbooks.com/

      Un saludo Chango ;-)

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