jueves, 15 de agosto de 2013

Empezando (capítulo final)

Después de averiguar todo lo que el sujeto en cuestión hacía y deshacía a sus anchas, no sabíamos qué hacer, por dónde empezar o cómo cazarle. Y, la verdad, no lo planeamos nada bien, para qué engañarnos.

Enric quedó con José que se verían en un punto que sabría cuando él acabara de hacer una visita (la visita era, yo). 

Entonces, nos conocimos y vimos (por primera y última vez) el día señalado para quedar con José. Después de tanto tiempo chateando, al final nos conocimos físicamente aunque el momento era un poco frustrante por  lo que habíamos vivido. Tomamos un café y decidimos coger mi coche y quedar con él (primer error). 

Nos movimos de ciudad en ciudad y decidimos que nos veríamos en una ciudad donde nos solíamos ver asiduamente José y yo (segundo error).

Enric y José, iban hablando por teléfono y no sabíamos dónde quedar con él sin que pudiera verme a mí, pero la historia se iba complicando. Al final, le dije que un sitio donde podríamos aparcar sin problema era en el parking de un hotel que había en las afueras (tercer error) porque era dónde muchas veces había quedado yo con él. Toda la historia la estaba llevando a donde asiduamente nos veíamos nosotros y con Enric, nunca había estado. 

Para más fallos, en una de las rotondas que nos llevaba al hotel, nos topamos con él. Enric creía que le había visto pero no estábamos seguros. Ellos se iban llamando contínuamente y pensamos que no lo había visto. Luego supimos que le pareció ver a Enric en un coche pero ni por asomo pensó que el coche donde iba era el mío, pensó que iba con alguien más pero no sabía con quién. Por lo tanto, ya iba alerta de que la cita estaba siendo rara, rara. 

Llegamos al parking pero no pudimos aparcar muy bien y estábamos muy visibles y cuando intentamos que Enric saliera de mi coche y se alejara él llegó con su coche y vió a Enric saliendo de mi coche y a mi, dentro. Dió un volantazo y se largó por donde vino. Enric intentó pillarlo corriendo y soltó toda su ira y su rabia insultándolo y diciéndole de todo. Pero se largó. La historia no nos salió bien y no pudimos tenerlo cara a cara, ni ese día, ni ningun otro más. 

Entonces Enric se derrumbó y lloró por toda esa rabia contenida que tenía dentro. José le llamó al móvil y le dijo que no sabía que le había contado yo pero que todo era mentira. Él le preguntó que qué le podía haber contado yo que ya él lo catalogaba como mentira. Y entonces Enric le dijo de todo mientras yo estaba sentado en el coche. 

Le explicó todo lo que habíamos descubierto, el tiempo que estuvo con los dos a la vez y que ya sabía que había más gente con la que había estado jugando mientras también estaba con él. José no hacía más que decir que todo eran mentiras mías para separarnos y Enric le decía que no se lo había dicho yo, que lo había visto con sus propios ojos. Ahora no recuerdo si le comentó lo de los mails. Sobre el tiempo que coincidió con los dos le dijo que me estaba dejando cuando le conoció y que no sabía cómo hacerlo. Entonces Enric le dijo que claro, y mientras no sabía como dejarlo, pues te follabas a los dos, verdad? Y él volvía a decir que eran mis mentiras para separarnos, que él le quería de verdad.. etc, etc, etc. Podía estar aquí escribiendo casi la hora que estuvieron ellos hablando pero ni me acuerdo, ni tengo ganas. 

Una vez más tranquilos, cuidé de Enric, hablé con él e intenté tranquilizarle pero José le había contado tantas cosas, tantas mentiras que estaba muy dolido. Y tenía razón. Lo curioso es que no hacíamos más que ir a sitios donde yo había estado con José, pero esta vez con Enric, pero de una forma distinta, claro. 

La historia, se había cerrado, pero entre ellos. La mía, seguía abierta. Después de lo que viví con José, de lo que tuve que aguantar con él y de lo que acabé descubriendo nadie se disculpó conmigo y encima era el malo: el que quería romper una relación. Una relació que ni tan solo sabía que existía y que, inocente de mí, le expliqué a un "amigo" con tantos pelos y señales que luego pasó lo que pasó. 

Cuando dejé a Enric en su coche y le prometí que mantendría el contacto con él para ver cómo le iba, cómo lo llevaba, fui sincero. Cuando le vi marchar con su coche, paré el mío. Miré hacia el mar que tenía delante y pensé en todo lo que había vivido. Pensé en todo lo que no entendía de José y esas reacciones que tenía conmigo y, al final, ese resultado tan desagradable. Pero lo que más me dolía en mi interior es que yo era el malo y a mí José no me dijo nada, ni un triste lo siento, jugué contigo, te utilicé, etc, etc, no pude atacar como hubiera querido. Todo lo que yo le dije que había por parte de él era verdad y era hora de que él lo admitiera y no siguiera jugando conmigo. Pero no pudo ser. Y esa espinita se quedó guardada en mí durante un tiempo, bastante tiempo. Creo que incluso aun sigue ahí clavada. No podía haber empezado mi primera vez de la mejor manera...

Al final, Enric tuvo muchos problemas en su casa, se acabó separando, no tenía conexión a internet y doy fe que el último en enviarle un mail fui yo del cual ya no obtuve respuesta. Ya ha pasado muchísimo tiempo desde esta aventura (2000-2001) y sé que le fue bien, que conoció a un chico con el que se fue a vivir y que sus hijas lo aceptaron como era y es. Hasta ahí, todo bien. Lo que haya pasado hasta el día de hoy, lo desconozco. 

Poco a poco me fui despojando, como dije en la primera entrada, de todos aquellos recuerdos que tenía de José y, creo que a fecha de hoy, no tengo ya nada que me pueda recordar a él. Durante los días siguientes Enric lo acabó encontrando por los chats. Es decir que él seguí engañando a más gente, faltaría más. Y hasta aquí esta historia con la cual empecé mi odisea bisexual. 

Una vez cerrada esta historia tuve problemas de ansiedad, ya no se si por culpa de esta historia o porque, realmente, me tenía que pasar y no tiene nada que ver, pero coincidió el final de la historia, mucho trabajo en el curro, etc. A partir de ahí, fui padre por primera vez y estuve entretenido durante bastante tiempo hasta tener mi siguiente aventura. Aunque ya ninguna fue como fue la primera. 


7 comentarios:

  1. Menuda entrada al difícil mundo de la bisexualidad, más que un encuentro amoroso parece una película policiaca. Te aseguro que si eso me pasa a mí, me corto la coleta como se dice en términos taurinos y me olvido de encuentros, chats y de aventuras sexuales.

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  2. Bueno, a todo nos amoldamos en esta vida, al menos yo. Aprendí a que cuando veo algo que no me cuadra o me choca, dar puerta rápido y no estar por tonterías. Gracias a eso, he pasado de cosas que me han ido surgiendo después. ¿y tú? ¿Cómo fue tu primera experiencia? Si no lo quieres decir por aquí te dejo el correo: mibioespacio@gmail.com

    Me encantaría escuchar tu historia.

    Saludos

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  3. Es una pena que tu primera historia fuera de ese modo.
    Pero por lo que le vas respondiendo a Victor en los comentarios, veo que has aprendido mucho.
    Con eso es con lo que te tienes que quedar de aquella relación, como dices "cuando veo algo que no me cuadra o me choca, dar puerta rápido y no estar por tonterías".
    Gente tóxica hay más de la que uno se imagina, por desgracia.

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  4. Si, es una pena. Más que nada por lo que conté en mis entradas. Ya no era solo sexo, era que hablábamos de todo y nos contábamos muchas cosas. Entramos en un mundo interno y yo me abrí mucho, creo que no había sido nunca tan extrovertido con mi interior como lo fui con él. Y no me refiero sólo a la bisexualidad, si no a muchas otras cosas que a lo mejor me cuesta más soltarme con otras personas. Luego fue el hecho de "salir del armario", de poder contar cosas, experiencias, etc. muchas cosas que no puedes contar con nadie. Todo en conjunto, hizo que estuviera muy bien la relación y que valiera la pena luchar por ella como creo que luché y encontrarme con excusas por su parte, reproches porque chateaba con gente cuando no y sobretodo no te decía claramente lo dejamos y tal, no.. se hacía el tonto, por algún motivo, yo creo qu eno me quería dejar para asegurarse siempre tenerme ahí, por si le fallaban los "otros".

    Lástima que haya gente tóxica, pues yo soy así en la vida real y así en el mundo cibernético. Me muestro tal y como soy. Puede que me falte un poco de sinceridad si por algún motivo no quiero hacer daño a alguien y doy la sensación de persona que duda, que da largas, pero en el fondo es por no decir sinceramente lo que pienso o siento y no quiero herir a la gente. Lo que se llamaría un cobarde, vamos. Pero soy incapaz de jugar o ser cruel con la gente. Qué le vamos a hacer!

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  5. Lo que te han dicho, hay mucha gente mala por ahí. Y en este mundillo, más todavía si cabe.

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    1. No piedo la esperanza de encontrar más que a un follamigo, un buen amigo en quien confiar mi interior. Ya sea por escrito, chats, en persona (ideal) o lo que sea. Necesito una persona con quien decirle lo que siento a veces y, porqué no?, reírnos de nuestros sueños eróticos o paranoias.

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  6. Es increíble como después de 16 años, aun alucino con esta historia cuando la vuelvo a leer. Lo malo de esta historia, es que recuerdo perfectamente dos momentos en los que le corazón se me disparó a 300 por hora: la primera vez con José y cuando me confesó Enric que estaba con él.
    Culpa de mis ataques de ansiedad, se lo hecho a esos momentos, ya que cada ataque venía precedido de los mísmos síntomas de corazón acelerado sin motivo alguno. Y, aunque parezca mentira y gracias a Dios, ya he llegado a entender mi cuerpo y a controlar los ataques de ansiedad. Aunque eso me haya llevado 16 años en aceptarlo!!

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